
¿Qué es el Aftercare en el sexo?
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El aftercare, o cuidado posterior, es una práctica esencial dentro de las relaciones sexuales, especialmente cuando se exploran juegos de dominación, BDSM o encuentros más intensos.
Sin embargo, también es valioso en cualquier tipo de relación sexual, sin importar la dinámica.
Este término hace referencia al conjunto de acciones físicas, emocionales o verbales que se llevan a cabo después del acto, para reconectar, calmar, y cuidar tanto el cuerpo como la mente.
¿Por qué es importante el aftercare?
Durante el sexo —sobre todo si se han vivido situaciones de alta carga emocional o física—, el cuerpo libera adrenalina, dopamina y oxitocina.
Al terminar, esos niveles pueden bajar rápidamente y dejar espacio a sensaciones de vacío, tristeza o desconexión.
El aftercare ayuda a evitar esa caída emocional, reforzando el vínculo afectivo, asegurando el consentimiento continuo y mostrando cuidado por la otra persona.
¿Qué incluye el aftercare?
El aftercare no tiene una única forma válida. Depende de cada persona y cada experiencia.
Algunas prácticas comunes incluyen:
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Abrazos o caricias suaves
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Palabras tranquilizadoras y afectuosas
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Reconfirmar límites y emociones
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Beber agua o compartir una manta
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Aplicar cuidados físicos (como bálsamos o hielo) si ha habido contacto intenso
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Espacio personal, si así se necesita
También puede incluir conversaciones sinceras, donde ambas partes expresan cómo se han sentido.
El aftercare como señal de madurez emocional
Ofrecer o pedir aftercare es una green flag en cualquier relación.
Muestra empatía, responsabilidad y respeto por el bienestar emocional y físico del otro.
No se trata solo de sexo: se trata de cómo tratamos a quienes comparten la intimidad con nosotros.
El aftercare no es un extra. Es una parte fundamental del placer consciente.